LLEGABAN CLIENTES MÁS FUERTES Y NECESITÁBAMOS CRECER CON ELLOS
EL CASO DE DÁNDOLEVUELTAS
REVALORIZAR EL TALENTO
Contexto
Cuando Sara y Joaquín empezaron a atraer clientes más grandes a su estudio de diseño, el sistema que los había llevado hasta allí empezó a quedarse corto. El crecimiento que tanto deseaban traía consigo nuevas demandas y presiones para las que no estaban suficientemente preparados.
“Nos faltaban herramientas... algunas que sabíamos que nos faltaban y otras que ni siquiera sabíamos que necesitábamos,” recuerda Sara.
“No era ágil en mis procesos… dudaba de muchas cosas.” Sin una estructura clara, cada nuevo proyecto de mayor envergadura suponía dudas y demasiada energía. “Es que cada proyecto es distinto, no puedo simplemente poner un precio fijo, ¡no son un kilo de tomates!”
Sara necesitaba algo más que creatividad: una estructura y confianza que le permitieran sostener ese crecimiento sin perder su esencia ni su energía.
Desafíos
1/
Nuevos retos de liderazgo y gestión de expectativas
Con el crecimiento de su negocio, Sara y Joaquín empezaron a liderar proyectos más grandes que requerían una gestión clara y un liderazgo firme. Este rol le exigía mantener su cordialidad sin perder claridad en la negociación de presupuestos, expectativas y límites.
La capacidad de Sara para visualizar las posibilidades futuras de un proyecto es un talento natural, pero el desafío estaba en hacer crecer los proyectos por fases y evitar hacer todo de una vez.
“Mi diseño crea posibilidades que el cliente aún no ve,” explica Sara, y su entusiasmo a menudo le llevaba a incluir consultoría sin cargo, en lugar de reconocer que sus ideas son tan o más importantes que la ejecución.
2/
Dificultad para valorar el propio trabajo
Como nos ocurre a muchos creativos, Sara encontraba complicado ponerle un precio justo a su trabajo. “Que algo se me dé bien y lo haga rápido es el resultado de mucho oficio… Pero llega un momento en que no ves el valor de lo que haces.”
Subestimar su propio valor terminaba afectando su seguridad y la rentabilidad de su negocio.
3/
Hiperpersonalización que paraliza
La necesidad de adaptar cada proyecto a un cliente único hacía que se sintiera atascada. La falta de un sistema claro la dejaba cuestionándose en cada paso.
“Nombrar y entender bien los procesos me facilitó poner precio y valor a mi trabajo con seguridad.”
Este enfoque le permitió crear procesos claros y devolverle confianza en sus decisiones.
4/
Diversidad de clientes y demandas
Con clientes que iban desde los más antiguos hasta los nuevos, y que pedían desde el diseño de unos banners hasta el diseño de espacios públicos, Sara gestionaba una variedad importante de demandas. Sin una estructura que organizara sus servicios, las expectativas y necesidades de cada cliente resultaban difíciles de manejar.
5/
Unificar presupuestos y comunicarlos
La mezcla de clientes de diferentes tamaños y exigencias hacía difícil aplicar criterios de precios de forma consistente.
“Había que unificar criterios y aplicarlos bien, aunque subir precios a veces pueda ser incómodo y puedas temer perder clientes.”
Simplificar y estructurar sus procesos permitió a Joaquín y a Sara ahorrar tiempo y ganar agilidad.
Cómo funciona trabajar juntas:
"El trabajo con María es práctico y directo. A veces son sesiones de 12 minutos donde revisamos un detalle puntual y tomamos una decisión rápida; otras veces, sesiones más largas de dos y tres horas — que se me quedan cortas — donde desglosamos un proceso completo. Siento que cada minuto cuenta. Lo que antes se me hacía interminable, ahora lo resuelvo con claridad y paso a la siguiente fase sin perderme en dudas.”
Logros
Incremento en la rentabilidad
Con la nueva estructura y claridad en la valoración de su trabajo, han logrado aumentar sus presupuestos en más de un 45%, y los clientes ahora los aceptan con facilidad. "He vuelto a poner precio a lo que realmente vale mi trabajo. Ponerme en mi sitio ha sido fundamental para comunicar la importancia de nuestro trabajo”, comenta Sara.
Mayor eficiencia en los proyectos
La mejora en los procesos les ha permitido reducir significativamente los tiempos de entrega.
“Lo que antes resolvíamos en meses ahora se entrega en semanas. Evaluamos cada proyecto e incorporamos los aprendizajes. Ya no me pierdo gestionando egos, revisando cada paso o haciendo micro-gestión. Todo fluye."
Ticket medio incrementado
Dividir los proyectos en fases claras y extender la vida útil de cada cliente ha elevado el ticket medio en un 40-45%. Los clientes ahora completan una fase y, de manera natural, vuelven a por la siguiente. "Lo que antes intentaba hacer todo de golpe, ahora lo planteo en etapas; el cliente lo ve más claro, y yo también."
Agilidad y confianza en la toma de decisiones
Con una metodología ordenada, Sara ha ganado agilidad para decidir y organizar su trabajo sin titubeos.
"Ya hay pasos que no me paralizan. La estructura que tenemos me da libertad para pensar en grande sin perder el control."
“Me ha dado una claridad brutal. Nos ha ayudado a absorber proyectos de más envergadura, a crear procesos y sistemas y a resolver las tensiones y la presión en el equipo, manteniendo la dirección hacia delante y la frecuencia alta. Nos ayuda a ver más allá de lo que somos y a hacerlo posible. En este momento de crecimiento del estudio, esto es vital.”
Sara M. Toledo
CEO Dándolevueltas