EMPATIZAR ES UN ARMA DE DOBLE FILO

Contexto

Inma es una superpro de los negocios digitales. Con una trayectoria sólida y un enfoque estratégico, ha colaborado con otros, lidera su propio proyecto y codirige junto a su socio Javier Salvador en El Código High Ticket. Su especialidad es la optimización tecnológica de procesos de trabajo. Aunque le gusta el “trabajo entre bambalinas,” disfruta también de su momento en el escenario.

Para alguien con su energía, la empatía es un arma de doble filo. Inma tiene una capacidad excepcional para ponerse en el lugar de los demás, lo cual es clave para conectar con su equipo y sus clientes. Sin embargo, esta empatía, a veces excesiva, la lleva a absorber las emociones de quienes la rodean, drenando su energía. Como ella misma dice, “Las olas emocionales de los demás me tocan mucho, y la gestión emocional me consume.”

Aunque domina la teoría sobre cómo gestionarse en los negocios, Inma necesitaba práctica en tiempo real para aplicarla con su socio, su equipo y sus clientes. Sabía cómo actuar, pero en la práctica, la presión y el malestar podían ser tan intensos que la hacían querer salir corriendo, preguntándose si realmente estaba en el lugar adecuado.

Mi trabajo con Inma fue precisamente guiarla para poner en práctica lo que ya sabía, ayudándola a reencontrarse con su papel en el negocio y consolidar su lugar en él.

Desafíos

1/

No reaccionar inmediatamente

Inma es una persona rápida de mente, y su velocidad de reacción se había confundido con impaciencia. Su cuerpo en realidad necesita un ritmo más pausado, lo que fue clave para que ella pasara del “modo reactivo” al “modo activo” sin desgastarse.

Aprender a respetar sus ritmos y gestionar su energía le permitió estar presente sin agotarse.

2/

Leer bien las señales

Cuando se sentía presionada, Inma podía sentirse “aturullada” y querer terminar un proyecto rápidamente. Juntas trabajamos en que ella pudiera identificar cuándo cerraba algo por sobrecarga emocional y cuándo realmente llegaba a su fin.

Esto le permitió quitarse el peso de la etiqueta de “aburrida de todo” y entender que a veces su necesidad de cerrar era más un reflejo de su desgaste que una decisión clara.

3/

Respetar sus tiempos para decidir

Aunque Inma es firme en sus convicciones y no le interesa agradar a todo el mundo, tiene una visión de servicio que la hace querer resolver rápido.

Su socio es muy rápido para generar múltiples ideas, e Inma también es veloz en iniciar sus propios proyectos, que suelen ser más concentrados. Esta diferencia de velocidades y focos generaba una “cojera” en su colaboración, que la hacía sentir incómoda.

Juntas, trabajamos en encontrar un equilibrio en los ritmos de ambos, lo que le permitió a Inma tomar decisiones desde la tranquilidad.

4/

Ponerse en su lugar

El lugar de Inma no es responder de inmediato a las demandas de otros, sino preservar su energía y elegir sus iniciativas con claridad. En nuestras sesiones, fue reconociendo que su fuerza está en iniciar cuando se siente lista, no en responder a la velocidad de quienes la rodean.

5/

Liderar su creatividad

Inma puede hacer muchas cosas bien, pero no todas le aportan el mismo nivel de satisfacción. Identificar las áreas donde realmente podía crear algo propio y comunicarlo con confianza le permitió descubrir su verdadera voz en el negocio, una voz que inspira confianza y mueve a sus clientes. Esta claridad le dio la fuerza para enfocar su energía donde más resonaba con sus habilidades y deseos.